Reproducimos un artículo de cría, que nos parece interesante en estos momentos12 de marzoLeemos un artículo de cría en referencia al “semental más apropiado”, que nos parece interesante en unos momentos que van a venir la mayoría de las cubriciones de las yeguas de deporte, y por tanto lo hemos traducido y reproducido; haciéndolo, eso sí, un poco menos extensivo pues nos parecía que hacía disquisiciones técnicas difíciles de comprender, pero para nada pensamos que hemos quitado la esencia del mismo. El escrito está firmado por David OCallaghan. .
Cuando se elige un semental para tener un producto deportivo surgen varias connotaciones que se deben tener en cuenta, pero siempre hay que pensar que las mismas no son absolutamente objetivas y que tienen unos componentes variables por las situaciones particulares que se dan en cada caso.
Ver el pedigree del semental, fijándonos bien en su línea femenina
Como primera premisa se debe ver bien el pedigree del semental que se va a usar, pero ello siempre se debe de acompañar de conocer bien el de la yegua que se va a cubrir.
Al leer el pedigree de un semental, no sólo hay que conocer bien cual fue su padre sino el origen de las madres (al menos la primera y segunda). En el padre del semental, es importante saber también su origen materno (damos por sentado que el paterno es lo que más se conoce). Todo ello, por la importancia que tiene en la genética -y sobre todo en los caballos- la línea femenina.
El tema en sí no es exclusivamente absoluto, pues hay sementales que tienen hijos muy buenos y otros hijos que no lo son. Es muy frecuente oír decir, que tal caballo es hijo de un determinado semental, pero sin mencionar para nada a su madre: ello es un total error. También se oye decir, los hijos de tal semental tienen tal característica (normalmente se dice cuando es mala, no cuando es buena); si ello se dice, puede ser cierto pero podemos estar ante un caso en el que estamos hablando de un reproductor que es capaz de fijar una determinada característica.
Las actuaciones deportivas
¿Y las actuaciones deportivas de un semental? Las mismas son importantes, pero no determinantes. Nos explicamos en dicho sentido: hay sementales con buenos resultados en el deporte que son muy malos padres y hay también muy buenos sementales que ni tan siquiera han competido.
¿Hubiera sido el purasangre Furioso un buen competidor en salto, hubiera sido el purasangre Ladykiller un buen competidor en salto, hubiera sido el purasangre Ultimate un buen competidor en salto, hubiera sido el purasangre Sicambre un buen competidor en salto, lo hubiera sido el purasangre Lucky Boy etc, etc? Lo mismo se puede decir de las yeguas, pues si observamos la mayoría de los grandes caballos, no son hijos de yeguas que destacaron en la competición. Pero lo mismo se debe interpretar coherentemente pues una yegua que ha tenido productos ganadores, sí es muy de considerar, y lo mismo sí lo encontramos en muy buenos sementales.
No nos debemos por tanto dejar sugestionar, por lo que un caballo es capaz de hacer en la pista de competición, sino que esto hay que unirlo a su fuente genética.
El pedigree de la yegua a cubrir
Como dijimos con anterioridad, el pedigree de una yegua hay que conocerlo bien, pero no se debe considerar bueno en si
Los propios hermanos
El caso se puede explicar muy bien y de forma sencilla y comprensible, en que hay propios hermanos que no se parecen nada, e incluso uno puede ser muy bueno y el otro muy malo.
No desanimarse y hacerlo siempre lo mejor posible
Ello en principio puede ser un poco descorazonador, pero no lo debemos ver simplemente así, y se debe trabajar siempre en el buen sentido, pues es muy difícil que un producto salga bueno de un mal cruce. Y si esto último se repitiera no debemos pensar que está mal hecho, sino indagar, y seguro que encontraremos una causa que justifique el buen producto.
La interpretación del ranking
En muchas ocasiones hay quien se puede basar en el ranking. El mismo es positivo pero hay que interpretarlo con una cierta cautela, pues hay muchas variables: como pueden ser el número de yeguas que haya cubierto el semental en cuestión, qué tipo de yeguas cubrió, las lesiones que tuvieron sus hijos, la vida del semental etc, etc. El ranking debe ser un arma más, pero nunca exclusiva.
Las estadísticas
El ranking no deja de ser una cierta estadística y las mismas, repetimos, son muy válidas pero con una interpretación adecuada. Posiblemente el estudio estadístico en cría más interesante puede estar en la observación del semental, viendo fundamentalmente con qué tipo de yeguas ha dado mejor. Nos estamos refiriendo simplemente a lo que indican los pedigríes, pero el ojo acertado y el conocimiento de la equitación y la observación permanente es absolutamente fundamental para tener un resultado positivo. Eso sí, en los temas de cría hay que tener mucha paciencia y saber esperar, aunque lo mismo muchas veces es cuestión de años.
A parte de lo mencionado, no se puede poner en duda -todos lo saben-, que un semental es mejor cuando es capaz de transmitir lo más posible sus buenas cualidades, que es lo que hará que sus hijos tengan la consideración esperada.
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