Es totalmente comprensible que un nuevo presidente tenga unas ideas deportivas y una forma de gestionar bien diferente.

Cierto es que el pasado 19 de marzo hubo Junta General Extraordinaria de la Asociación Española de Cría de salto, que siendo soberana, aprobó algunas medidas que lógicamente pueden cambiar dado que el presidente de cuando la misma se realizó posteriormente dimitió.
Comprensiblemente el presupuesto anterior queda aprobado pero es más que factible que el nuevo presidente, que salga elegido democráticamente de las urnas, vuelva a convocar Junta Extraordinaria para tratar de que se le apruebe su plan deportivo y el uso de los recursos económicos que se tiene y se generen, pues en el ánimo de todos está que el que será el nuevo responsable tenga sus propias ideas al respecto que es fácil que en algunos puntos no concuerden con las del dimitido y con las mismas trate de una supervivencia de la asociación a largo plazo.
Es algo que siempre ocurre, y la pregunta que la gente se hace es quién presidirá la Asociación los próximos cuatro años.
