Las exportaciones de los caballos de deporte de nuestra cría son numerosas, y en la mayoría de las veces van a jinetes afamados y en ocasiones consiguen éxitos relevantes, como decimos en el título.

Mucha gente opina que es la manera más factible de que España consiga resultados ecuestres interesantes, y asimismo opinan que cría de caballos deportivos y resultados no se pueden separar. Esto último ocurre en todos los países importantes desde el punto de vista ecuestre. Y mucho más lo sería en el nuestro con una economía muy cuestionada, y también la cría conlleva muchos puestos de trabajo directos e indirectos, siendo el paro uno de los principales problemas de los españoles.

La cría y el deporte pertenecen a Ministerios diferentes lo cual puede ser entendible siempre y cuando existan en ellos la sintonía lógica de algo que de alguna forma debe estar unido.

La cría no es de inmediatez, y aunque en España se ha cambiado totalmente la manera de enfocarla en los últimos años (¡ya muchos!), sobre todo en cuanto que se ha mejorado mucho las yeguas-madres pues ya la hay en la cría hijas de sementales del máximo significado  con lo cual la mejoría ha sido exponencial y seguirá en aumento, la no necesidad de los latifundios sin tener que existir una cuantía grande eludiendo en algunas ocasiones la calidad…; y, de alguna manera hay dirigentes que buscan resultados lo antes posible y en su mandato, ya que la experiencia nos dice que después en la mayoría de los casos no tiene relación alguna con el mundo ecuestre.

En varias ocasiones ya hemos comentado desde esta web que sería interesante abrir la posibilidad de que en las competiciones nacionales -si la legislación lo permite- por encima de un numero de caballos se tuviera que competir con alguno nacional. Sería un tema que no costaría nada en absoluto. No es una idea novedosa pues ya la puso en práctica hace varios años Alfredo Goyeneche y los resultados fueron altamente positivos. Los ganaderos nacionales vendieron más caballos y además a jinetes españoles importantes, y en los momentos actuales haría que nuestros resultados deportivos pudieran mejorar. No se debe ningunear a los jinetes de menor impronta ni a los que son aficionados, pero no se puede obviar que los caballos noveles en la mayoría de las ocasiones son más susceptibles de los mejores jinetes, que además en sus viajes los enfrentan a mayores competiciones con lo que además se ve más su valía.

Defendamos lo nuestro y nuestra cría.