Los caballos nacionales de salto (fundamentalmente los CDE) están causando muy buena impresión en las pruebas reservadas a Caballos Jóvenes en el Winter Equestrian Tour Costa del Sol montados por jinetes españoles, consiguiendo ganar y hacer muchos recorridos sin falta; y ello confiere, sin ninguna duda, una buena noticia para nuestra cría.
Lo mismo lo mencionamos de una forma somera en las crónicas de los circuitos que están teniendo lugar en nuestro país, pero con mucho más detalle y conocimientos se puede encontrar en la web de ANCADES.
Posiblemente a los aficionados, y a buen seguro a los criadores, ello les debe interesar; lo cual es totalmente comprensible, no sólo por los intereses económicos que conlleva sino por ser el futuro del salto español.
Después de la cita de Mijas tendremos la de Montenmedio (Sunshine Tour) que como todos los años contempla las pruebas de Caballos Jóvenes que son martes, miércoles y jueves; pero asimismo hay pruebas los fines de semana por sus características indicadas para caballos noveles.
Mucho se habla de que todas las pruebas del llamado Ciclo Clásico se realizan en la misma pista, pero se debe pensar que no es así en el circuito gaditano que al respecto se debe considerar como algo coadyuvante y que también permite a los jinetes compatibilizar con sus caballos más avanzados. Y además con el escaparate indudable de que los vean posibles compradores. No sólo pistas diferentes sino de muy buena calidad, material de primer nivel, más que correctos diseños…
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Los Circuitos son más que interesantes en todos sus conceptos (tres en España es algo incuestionablemente de importancia, y todos ellos con pruebas para Caballos Jóvenes).
Tal vez el escollo de nuestra cría estaba en las madres desde el punto de vista que no eran buenas, pero ello ha mejorado mucho pues nos encontramos ya haciendo funciones de reproductoras a hijas e incluso nietas de sementales afamados, lo cual ha implicado un tanto por ciento de mejoría muy considerable. Los sementales se sabe bien que son de primer orden.
Lo que es de desear es que de una forma significativa los caballos de nuestra cría sigan teniendo éxito bajo nuestros colores después de los 7 años, y ello hay que intentarlo: es el futuro. La no continuidad se debe interpretar como un fracaso, y una desilusión ante lo anteriormente hecho; y no parece que nuestra situación económica tenga que hacer uso de nuestros recursos de forma que no tengan continuidad, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo (la primera preocupación de los españoles) y el deseable despegue de nuestro deporte.
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